A partir del 1 de enero de 2026, el salario mínimo general en México se elevará de $278.80 a $315.04 pesos diarios, un aumento de aproximadamente 13% acordado por el sector obrero, empresarial y el gobierno federal. Esta medida, además de elevar el ingreso mensual a cerca de $9,582.47 pesos, representa uno de los ajustes más importantes de los últimos años y busca avanzar hacia la meta de que el salario mínimo cubra al menos 2.5 canastas básicas.

Para muchas empresas, especialmente micro, pequeñas y medianas (MiPymes), este incremento representa presiones financieras adicionales. Las Pymes generan la mayoría del empleo formal en el país y a menudo operan con márgenes estrechos; un aumento en los salarios puede traducirse en mayores costos laborales que reducen utilidades o exigen ajustes operativos para mantener la rentabilidad.

Empresas con estructuras salariales ajustadas al mínimo tendrán que revisar presupuestos y compensaciones, afectando funciones operativas y técnicas. Además, el ajuste puede generar un efecto de “corrimiento salarial”, donde trabajadores que ganan poco más que el mínimo también soliciten aumentos para mantener brechas relativas, lo que incrementa aún más los costos de nómina.

El incremento también puede incentivar mejoras en retención de talento y consumo interno, al aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores formales. Para algunas compañías grandes, esto representa una oportunidad para fortalecer demanda local, mientras que para otras implica planificación financiera cuidadosa y posible aceleración de inversiones en automatización o eficiencias operativas.

En este contexto, contar con aliados especializados en gestión de talento, maquila de nómina y asesoría laboral, como Magnitalent, permite a las empresas adaptarse de forma ordenada, transparente y eficiente. El salario mínimo seguirá evolucionando; las organizaciones que se anticipen, tomen decisiones informadas y prioricen una administración inteligente de su recurso humano estarán mejor preparadas para crecer de manera sostenible en el entorno laboral mexicano.